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  • Arteligencia Compañía de Libros 12:04 am el May 5, 2018 Enlace permanente | Responder
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    “Zen y el Arte de Pilotar Veleros”

    41VP1vgPejL._SX326_BO1,204,203,200_Arteligencia Compañía de Libros publica y distribuye a través de Amazon el libro de poemas y fotografías «Zen y el Arte de Pilotar Veleros», de Andrés Montero.

    «Zen y el Arte de Pilotar Veleros» es un libro de poemas con nombres de pájaro, cada uno de los cuales revela una manera de navegar el aire de la realidad con el único motor de mirarla haciéndose preguntas que tienen respuestas simples pero no evidentes, como en el zen.

    Cada pájaro con forma de poema está ilustrado por una imagen, simbolizando que las reglas del aire pueden representarse con distintas metáforas.

    Al igual que en la intuición sobre la realidad a través del zen, tejida de paradojas, la contraposición entre las poesías de la palabra y de la fotografía con que ha sido estructurado el libro está al servicio de la inevitable conclusión de que la sabiduría del pájaro se alcanza volando: como en un velero, desde el interior del aire.

    El volumen está compuesto por 44 poemas ilustrados por el mismo número de fotografías firmadas por el autor dispuestos de manera que en la apertura del libro para su lectura cada poema aparezca a la izquierda acompañado por una imagen a su derecha, creándose de este modo una superposición entre metáforas literarias y gráficas.

    Un visionado previo de varias páginas de la obra puede descargarse aquí en formato PDF.

    Cualquier cuestión relacionada con el libro puede dirigirse a info[]arteligencia.es.

     
  • conceptomosteiro 9:00 am el February 27, 2018 Enlace permanente | Responder
    Etiquetas: AndresMontero, ateísmo, dios, , ,   

    4#NotasAlMargen: «Ateos que Creen en Dios»

    Unknown«Ateos que Creen en Dios» no es poesía de Instagram, afirmación hecha sin desmerecer ningún vehículo expresivo para la poesía, género literario de minoritario público y por lo tanto deudor de cuantas ayudas pueda encontrar y de cuantos exploradores se adentren por las hendiduras que el mercado de cultura pueda ofrecer. De hecho Instagram ha traído a las plazas de la poesía a un público joven y entusiasta que busca reflejos de conmoción emocional escritos en lenguajes y estilos que no les sean ajenos.

    Tal vez «Ateos que Creen en Dios» se inscribe más en la línea expuesta por Andreu Jaume en «Elogio de la poesía que no se entiende«, una poesía que «comunica antes de ser entendida». La propia obra ya declara sus intenciones de sendero poco convencional en su contraportada definiéndose como «una abstracción expresionista del concepto de Dios en forma de metáfora poética». Tras leerla incluso podría declararse como un ensayo poético, puesto que alejándose del estilo puramente formal y lírico de la escuela de la poesía pura (es decir, de la estética por la estética), es perceptible su vocación de comunicar algo al lector, un mensaje íntimo y místico que el autor probablemente ha resuelto que tiene menos oportunidad de articular en prosa.

    La poesía puede ser a la prosa lo que la ópera al teatro, y ser elegida como medio comunicativo por su capacidad matemática para romper el lenguaje, recombinarlo, abstraerlo y hacerlo transcender, intentando aproximarse descriptivamente a dimensiones representacionales que muestran poca disciplina al pretender ser aprehendidas por el lenguaje convencional… como le ocurre a la idea de Dios.

    En este contexto de abstracción, de intencionalidad descriptiva haciendo de la poesía una herramienta comunicativa sin renunciar a su función estética (incluso valiéndose de la estética como andamiaje filosófico), «Ateos que Creen en Dios» reclama ser reposado en la lectura. Escrito en formato de poema continuado segmentado en cuarenta y una estrofas de diversa métrica es un libreto breve -medio centenar de páginas- concebido para ser cantando en voz alta pero interiorizado en silencio. Hay que leerlo de a pocos y volviendo sobre los pasos, con digestión lenta y retornos constantes.

    El poemario está entreverado de versos que recuerdan oraciones cristianas con el objetivo se sintonizar con el aprendizaje profundo del lector, con los vestigios de su educación religiosa, de forma que los poemas entren suaves a su repertorio sentimental, pero sin la pretensión de conceder a esas porciones facilitadoras de la lectura ninguna componente religiosa. El autor ya declara en la obra que todas las religiones representan distintas poéticas para intentar aproximarse a Dios, pero que no son la clave para llegar a Dios.

    El recurso a ciertas rimas con eslabones extraídos de oraciones para sintonizar sentimentalmente con el lector  se revela enseguida como un método para acercarse con mayor facilidad al horizonte que persigue la obra, que no es otro que desmontar nuestras ideas preconcebidas, desarticular nuestros aprendizajes sobre Dios para desnudarlo de todo artificio y proyección humanos, pretendiendo despojarlo de todas esas cualidades -sentimientos, pensamientos, deseos- con las que Dios ha sido dotado en nuestro imaginario y que se parecen demasiado a las fragilidades humanas como para que tengan una mínima sostenibilidad más allá de la doctrina, el rito o la liturgia, planos válidos quizás para entablar una relación humana con Dios pero torpes cuando el contacto que se anhela es más directo, más místico. De ahí que el título de la propia obra sugiera que Dios no es inaccesible siquiera a quienes lo niegan, pues es probable que la negación se aplique sobre una determinada construcción humana de la idea de Dios y se desvanezca al comprender que, tras la confesión religiosa y la fe, Dios se materializa permanentemente a través del mundo, de sus cosas y criaturas.

    «Ateos que Creen en Dios», firmado por Andrés Montero y editado por Caligrama, es un libro para tener y ser leído, para dejar encima de una mesa y acudir a su encuentro sin prisa y sin más continuidad que su propia presencia, tomándolo a pequeños sorbos, olvidándolo para recordarlo más tarde, sintiéndolo y pensándolo. No parece buscar la fe, sino al Dios espiritual que todos llevamos dentro casi mediante programación de serie, que unos rechazan, otros canalizan a través de religiones y los más, sintiendo una inquietud interior, no saben siquiera definir y exteriorizar.

    La propuesta literaria e intelectual que nos hace el autor, no obstante, tiene dos handicaps: su forma es la poesía y su fondo es Dios. Ambas vigas maestras del libro nunca han sido muy populares y el desafecto hacia ellas se ha recrudecido en los tiempos que corren; la poesía es un género difícil de colocar en el mercado -incluso hoy a pesar de Instagram- y Dios es para la posmodernidad tecnológica actual un anacronismo. Como compensación, no obstante, la poesía que ofrece el autor es digerible y musical, casi como un rap; y el Dios que formula el poemario no es un dios religioso o confesional, sino un dios espiritual, desintrumentalizado de servidumbres y complejos humanos, ése que puede ser visitado por quienes tienen un inquietud espiritual para la que todavía no ha encontrado su sitio. Al mismo tiempo, no es un texto anti-religioso, sino todo lo contrario, aceptando las religiones como algoritmos humanos desarrollados con el propósito de encauzar las conversaciones con Dios desde cada cultura, desde cada matiz y desde cada incapacidad humana para comprender el infinito.

    Puede intuirse que Andrés Montero intenta transmitirnos un mensaje poderoso con cierta entonación mística, aunque en general lo hace desde una posición críptica, como por otra parte le ha venido ocurriendo a muchos de quienes antes lo han intentado. Nos preguntamos si en algún momento podremos escuchar al autor descifrar ese mensaje.

     

     

     

     
  • conceptomosteiro 1:49 pm el February 26, 2018 Enlace permanente | Responder
    Etiquetas: Juan José Millas, , , surrealismo   

    3#NotasAlMargen: «Que Nadie Duerma»

    Unknown-2Igual que en su momento Francisco Umbral era el maximo exponente de la lírica en el periodismo de opinión, escribiendo artículos con música de poema, Juan José Millás podría el regente del surrealismo en las tribunas de prensa, en su caso en El Pais. A Umbral tratan muchos de emularle… con Millás hay menos suerte (o fortuna), tal vez porque la poesía es un idioma más accesible para describir los intestinos sin que parezca que estás hablando de heces y con la prosa necesariamente hay que mancharse de caca.

    El Millás de periódico redacta piezas a menudo breves describiéndonos que la segunda lectura de la realidad, aquélla que consideramos estrafalaria o imposible, es a menudo la que mejor se ajusta al tejido conjuntivo pero oculto que conforma la dermis de todo cuanto sucede… aunque nuestra percepción no trascienda casi nunca el nivel epidérmico.

    Tal sucede con «Que Nadie Duerma», novela de Millás editada por Alfaguara, que es el relato surrealista de un sueño que pretende sorprender al lector en plena vigilia, un sueño de durmientes despiertos… por otro lado quizás el lector prototípico de Millás, los que no duermen para soñar o quienes duermen para continuar despiertos.

    Desde el principio la novela se hace muy dinámica, conducida como está a bordo de un taxi con trasiego de pasajeros pilotado por una programadora informática que sueña con que se cumpla una fantasía en un plano que sobrevuela la realidad o que es la realidad de baja cota, a baja altura…. un poco un trasunto de la vida, en la que todos anhelamos caminar sin el peso que nos endosa la cotidianidad y nos gustaría poder ser un «nosotros mismos» al quienes no hemos conocido nunca, porque la realidad «real» nos ha tatuado su mugre encima.

    Transfigurando la cartografía de la realidad que aparece en el mapa que nos marca Google, Millás confiere a su personaje, una mujer probablemente en la treintena, la capacidad de reprogramar su día a día dibujando sobre el mapa aceptado aquel otro, personalizado e íntimo, que cada cual le gustaría dibujar encima. Con dosis de desenfado, verbo desenvuelto y fe en que «algo va a suceder», la protagonista de este cuento urbano deja salir su alma de ave para recorrer Madrid como si fuera Pekín escuchando a Turandot y esperando, como todos hemos esperamos, que en la próxima esquina el amor levante la mano para pararnos y subirse a nuestro taxi.

    Igual que un falso cuento como la «falsa delgada» que protagoniza la obra, la realidad de Millás requiere del lector compromiso con la fantasía pero sin dejarle que se pierda en la literatura fantástica, como si el surrealismo del autor tuviera la entidad de un ensayo muy serio sobre el sexo de los pájaros, dosis sobre el cual precisamente la obra no escatima, sobre el sexo… y sobre los pájaros.

    Además de surrealista y dérmica, la novela o falso cuento es divertida pero intrigante, ligera pero conceptual, entreteniendo hasta el final pero planteando un reto de imaginación al lector inteligente que es capaz de reírse de la fábula que, probablemente y en definitiva, acaba siendo la vida.

     
  • conceptomosteiro 8:44 pm el February 22, 2018 Enlace permanente | Responder
    Etiquetas: ETA, FernandoAramburu, , , País Vasco, sociedad, terrorismo   

    2#NotasAlMargen: «Patria»

    Unknown-1

    Es probable que casi todo haya sido comentado ya, analizado, respecto de la novela «Patria», escrita por Fernando Aramburu y publicada por Tusquets en 2016. Además de un éxito en ventas y crítica, ha sido distinguida con al menos cuatro premios literarios en menos de dos años, el Premio Nacional de Narrativa y el Premio de la Crítica, ambos en España, entre ellos.

    De manera que, con lo que ya se ha expresado sobre ella, callarnos tras haberla leído sería una buena opción… aunque hurtaríamos una oportunidad, aunque sea modesta como la nuestra, de compartir literatura, hacer circular los libros, socializarlos.

    Algún lector que no conozca nada del libro podría pensar inicialmente que se trata de una historia de eso que se ha denominado el «conflicto vasco», es decir, del terrorismo de ETA. Incluso puede haber personas que, sin abrirlo ni haber consumido reseña, crítica o información sobre la obra presupongan que se trata de un ensayo. En cambio es una novela, lo cual numeroso público tiene asociado con la ficción. El relato de ‘Patria’ es, no obstante, tan real como pudiera serlo la realidad.

    Como le suele ocurrir a la novela escrita en varios planos narrativos andamiados en una sólida arquitectura de personajes y escenarios, ‘Patria’ es muchos libros al mismo tiempo:

    • es una descripción minuciosa del microcosmos social en el País Vasco rural pero periférico a las ciudades;
    • un retrato psicológico de cómo permean acríticamente los relatos míticos en las personas a través de canales emocionales, dando un vuelco de 180 grados en un momento a la coordenada por la que durante toda una vida se ha podido regir un individuo, y hacerlo… dar ese vuelco… sin que medie ninguna reflexión, ningún gran pensamiento ni balance vital… simplemente por circunstancias del micromundo personal alineadas con otros micromundos personales que conforman un entorno grupal que actúa como una galaxia oligofrénica, moviéndose al unísono mediante fuerzas desconocidas;
    • casi un acta notarial que da cuenta de manera sencilla de los mecanismos interpersonales, banales, nada profundos, casi automáticos, desprovistos de cualquier recurso intelectual, abrazados a una irracionalidad rayando en la estupidez mineral, que han ido reclutando integrantes para el terrorismo de ETA al mismo tiempo que adeptos a una dinámica hostil a una España desconocida pero en cualquier caso enemiga, a la que había que combatir porque los patriotas vascos habían determinado que era el enemigo explotador;
    • un manual de cómo sobreviene la victimización, de un día para otro, con la normalidad de la lluvia que cae, igualmente que le ocurre al victimario sin entrar en grandes palabras o en mínima introspección… llegas a ser víctima cuando te matan, cuando te matan a alguien, y en ese momento ya pasas a un lado del campo, sin que ni siquiera seas consciente de haber elegido equipo.

    Es probable que no se escriba ningún ensayo, ninguna obra académica de historia o de ciencia política, que logre proporcionar una explicación tan radical sobre el conflicto vasco en torno al terrorismo de ETA, ni que se acerque mínimamente a la sencillez de abordar esa explicación sin un índice o estructura predeterminada de contenidos, sin una taxonomía de conceptos… nada más que dejando que la realidad cuente su propio relato a un novelista que ha sabido escucharlo quitándose él mismo de la ecuación narrativa.

    Además, como ocurre con los relatos de ese nivel de inspiración, las más de 600 páginas se leen con agilidad gracias al recurso del autor de escribir capítulos cortos, como planos cinematográficos, que van contando escenas intercaladas: ora aquí, ora allí.

    No es descabellado pensar que cuando transcurran suficientes décadas para que haya reposado lo suficiente, ‘Patria’ sea calificada de obra maestra de la literatura en español. Sin que haya que tomar la comparación al pie de la letra -puesto que es simbólica- nos atrevemos a sugerir que ‘Patria’ comparte la virtud que tiene ‘El Quijote’ de describir con soltura y elegante naturalidad los átomos de aquello que compone la materia humana, de forma que sin pretenderlo ofrecernos una explicación sobre fenómenos sociales aparentemente complejos, al final esa explicación decanta por sí misma con asombrosa fluidez, como si nos iluminara de repente.

     

     

     

     
  • conceptomosteiro 3:19 pm el February 22, 2018 Enlace permanente | Responder
    Etiquetas: , , PerézReverte   

    1#NotasAlMargen: «Tango de la Guardia Vieja»

    Unknown

    No compramos el «Tango de la Guardia Vieja» después de ver la entrevista que Iñaki Gabilondo le hizo -sobre el libro, también sobre otras cuestiones- a Arturo Pérez-Reverte. Lo serendípico del asunto es que ya teníamos el libro de 2012 en una edición de bolsillo, adquirido hacía tiempo como costumbre de seguimiento de las obras del autor, esperando a ser leído cuando el propio libro o las circunstancias lo reclamaran. Y llegó el momento, y lo leímos.

    Tras haber pasado por propuestas posteriores como algún Alatriste, el reposado y documentado relato histórico con intriga de «Hombres Buenos» y el nuevo universo narrativo de espionaje canalla y amoral creado por Reverte en torno a los dos libros de la serie «Falcó», nos ha producido una reconfortante sensación de retorno a casa el relato de la Guardia Vieja.

    No es tanto que las mencionadas y posteriores novelas no sean totalmente perez-revertianas, ni que no tengan el andamiaje narrativo o el estilo algo desencantado o propio de eso que los francotiradores llaman la «visión de los mil metros» (mirar todo desde una cierta distancia para discernirlo con claridad)… al fin y al cabo todas son manufacturas del sello Reverte…. no, no es eso…

    … es más que el «Tango de la Vieja Guardia», conducido por un antihéroe de extracción social marginal, belleza física y exquisitas formas de relación interpersonal adquiridas a lo largo de una vida de fingimiento por supervivencia; interpretada por una mujer icónica, inalcanzable y de una constante indolencia que apenas le hace tocar el mundo, como si lo sobrevolara en un estado atracción-repulsión de permanente contradicción; el «Tango de la Vieja Guardia» es más una profunda historia de amor desplegada como si sólo se divisara el mapa de los surcos que deja en la superficie una relación contada a lo largo de varias décadas de desencuentros. Como si en este libro un Pérez-Reverte con la inteligencia y la lucidez aportadas por la experiencia y por una cierta y muy propia visión desafecta del mundo en construcción o en destrucción, quisiera redactar -muy de pasada, sin hacer ruido, sin que lo parezca- una especie de testamento donde nos legara que contemplar de cerca la defectuosa maldad del ser humano no le ha conducido al cinismo sino a la compasión, a un cierto sentimiento de dolor compartido entreverado de resignación que a veces está asociado al amor de los que saben que la felicidad siempre es desgarradora.

    Todos los lectores de Pérez Reverte deberían acudir a «Tango de la Vieja Guardia» porque a ese Arturo Pérez-Reverte probablemente sólo lo encuentren una vez en su producción literaria, una vez en ese libro.

     
  • Arteligencia Compañía de Libros 4:45 pm el April 19, 2017 Enlace permanente | Responder
    Etiquetas: , ,   

    Arteligencia Compañía de Libros edita a través de Amazon el volumen «Concolé», escrito por Andrés Montero.

    portada_amazon

    «Concolé» es un alegato de esperanza sobre la belleza y el amor como vigas maestras en la arquitectura de la realidad de cada persona.

    Un libro de poemas sobre la existencia del amor más allá de la vida del cuerpo.

    En momentos con una estética propia del misticismo, en otros inmerso en un recorrido existencialista plagado de preguntas con muchas respuestas, en es esencia un libro que trata de encontrar el lenguaje del alma para expresar realidades que están mas allá de la percepción sensorial.

    El libro se asienta sobre la premisa de que la poesía, al igual que la música, el arte abstracto o las matemáticas, son los tipos de lenguaje que resultan no sólo aptos sino también necesarios para comunicar experiencias que están más allá de un entendimiento convencional, realidades que son difíciles de expresar cuando se intentan utilizar palabras en el lenguaje coloquial, incluso literario, pero que encuentran en la poesía la estructura adecuada para ser entendidas y transmitidas.

    La obra está escrita para que cada poema evoque en el lector una imagen, una representación visual de la experiencia vivencial tanto del autor como del lector mismo, que en este viaje metafórico por sentimientos y estados del cuerpo y del alma se convierte en compañero o compañera de un tránsito hacia realidades que muchas veces el lector ha sentido pero que, en ocasiones, ha encontrado dificultad en expresar. Cada poema es una geometría, con sus propias medidas y estructuras, que nos ofrece una representación visual de las distintas formas que adopta la existencia.

    «Concolé» es un relato de amor y de dolor, de vida y de existencia, de esperanza. Está especialmente dedicado a todas las personas cuya vida ha perdido la orientación, donde el eje de la existencia se ha roto o ha basculado, en las que la brújula ha dejado de marcar puntos cardinales para girar en busca de sentido.

    Los ingresos del autor por las ventas del libro serán destinados íntegramente a la Asociación Española contra el Cáncer y a la Fundación Concepto.

    Sobre el Autor: Andrés Montero reside en Madrid, España. Durante más de una década se dedicó a la práctica profesional de la Psicología para, tras cursar estudios de Matemáticas, dar un giro hacia las empresas de innovación tecnológica. A lo largo de su trayectoria ha publicado numerosos textos de carácter técnico o ensayístico tanto en psicología como en tecnología o en prospectiva, habiendo escrito casi diez años como articulista de opinión en el grupo de prensa Vocento.

    En agosto de 2016 el autor situó anónimamente en Pastebin el texto «Belleza con Cáncer«, que ha sido incluido en «Concolé».

    La versión ebook para dispositivos Kindle también está disponible.

    Comentarios o cualquier otra cuestión relacionada sobre el libro pueden dirigirse a concole[arroba]arteligencia.es

     

     
  • conceptomosteiro 5:22 pm el June 19, 2010 Enlace permanente | Responder
    Etiquetas: FBBVA, , , Photo-España   

    Fundación BBVA-PhotoEspaña: la obra de Harold Edgerton

    No fue un fotógrafo al uso. Su vena científica le llevó a indagar una y otra vez sobre la captación de la diezmillonésima parte del segundo para reproducir lo insondable. Es lo más sugerente y atractivo de este ingeniero eléctrico que fue el norteamericano Harold Edgerton (Fremont, 1903-id.,1990). La muestra –la primera retrospectiva que se lleva a cabo en España-  de 95 imágenes de este hombre del Renacimiento, se puede ahora disfrutar en la sala de la Fundación BBVA de Castellana 81 hasta el 25 de julio.

    Lo que se escapa al ojo humano, lo imperceptible, lo fugaz,  fueron las máximas en el trabajo fotográfico de Edgerton, pero que también combinó con el lenguaje de un poeta que supo plasmar en papel todo un universo incognoscible para el sentido de la vista. Imágenes que vibran, “arquitecturas de lo invisible”, según las define José Gómez Isla, uno de los comisarios de la exposición. Capó magistralmente los momentos efímeros como balas atravesando naipes o frutas, explosiones nucleares capturadas desde varios kilómetros, y fue el  primero en detener las alas de un colibrí (aletea 70 veces por segundo). A Edgerton le fascinaba los experimentos  e investigaciones que realizaba en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, lo que le llevó a patentar 47 inventos: desde el flash ultrarrápido (estroboscopio), capaz de hacer hasta 6.000 fotografías por segundo, y que no sólo permitía congelar el movimiento, sino que al ser de baja tensión, podía plasmar movimientos vertiginosos en diferentes fases de su ejecución. Además, abrió camino a las imágenes televisivas y de radar; trabajó en sistemas de registro submarino, que revolucionaron la arqueología marina (acompañó en numerosas ocasiones al oceanógrafo Cousteau). Sus imágenes fueron portada en muchas ocasiones del National Geographic y exhibidas en el MOMA. Su nombre figura  en el National Inventors Hall of Fame,Pero, además de ganar un Oscar por un magnífico corto-documental sobre sus métodos de trabajo, “Quicker than a Wink”, que se exhibe como broche de la muestra.  Para él,  “el arte puede hablar del ser humano”, dijo para referirse al contenido de sus fotografías. Y a pesar de todo, él nunca se consideró un artista.

     
  • Arteligencia Compañía de Libros 5:14 pm el June 19, 2010 Enlace permanente | Responder
    Etiquetas: , , Modigliani,   

    Crisis versus récords de artista

    En medio de esta crisis global, seguimos perplejos por las desorbitadas cifras que se pagan por determinadas obras de arte. Y no lo digo por que no lo merezcan (¿qué criterios se argumentan para eso de merecer? ) sino porque otras piezas del mismo artista, que son singulares (no diré únicas porque cada pieza lo es, aun cuando se hayan realizado varias copias o existan varias de ella numeradas -algunas esculturas, por ejemplo-) no alcanzan esas cifras. La respuesta más justificativa por parte de los expertos (muchos de ellos, involucrados y comerciantes del mercado del arte y, por tanto, parte interesada del business) es que esas obras han estado preservadas durante mucho tiempo al público en general, o que una similar o de la misma serie está en un Museo, e incluso que no haya salido al mercado durante bastantes años…. Todo ello conforma una retórica valorativa de «venta», de provocar ambición y anhelo de poseerla a los coleccionistas e inversores del arte.  La vanidad de poseer algo similar a lo que alberga un Museo, o que es una pieza rara y exclusiva, produce un revulsivo tremendo en el coleccionista.   Estos planteamientos se declararon acerca de una escultura de Amadeo Modigliani (1884-1920) que se ha vendido  en una subasta de Christie’s en París. “Tate” (una cabeza femenina de unos 65 centímetros, esculpida entre 1910 y 1912), que partía entre 4 y 6 millones de euros, se pujó hasta los 43 millones de euros, lo que se traduce en un triple récord: de artista, por una escultura suya, y como la obra más cara jamás vendida en Francia. Provenía de la Colección del creador de la cadena de supermercados Monoprix,  Gaston Lévy (1893-1977), un enamorado del arte que adquirió esta escultura en 1927, en una subasta en el Hotel Drouot de  París.

     
  • conceptomosteiro 7:19 pm el June 8, 2010 Enlace permanente | Responder
    Etiquetas: Aranjuez, , mARCO   

    mARCO, un guiño al mejor «ARCO»

    Sorprendente y creativa exposición en Aranjuez, una cita que tienen Vds hasta el 14 de junio. Las aproximadamente 300 obras de unos 150  alumnos de Bellas Artes CES Felipe II (Aranjuez) se exponen en el Centro Cultural Isabel de Farnesio de esa localidad, como trabajo anual  de fin de curso. Bajo el título mARCO, está inspirada en la propia feria de Arte Contemporáneo de Madrid, donde el pasado año se mostraron varias obras de algunos alumnos del CES. Los ámbitos donde se muestran las piezas hacen alusión a algunas galerías madrileñas como My name is Pepita, La Preysler, Juana de Aizporro, La casa apagada… Una muestra diseñada y montada por los propios alumnos, y cuya comisaria, María Jesús Abad Tejerina, una de las profesora del centro, es también una artista multidisciplinar. Pero vayan, vayan, y vean, una delicia de exposición.

     
  • Arteligencia Compañía de Libros 6:37 pm el May 17, 2010 Enlace permanente | Responder
    Etiquetas: , , ,   

    Para el arte sí hay dinero

    En pleno escenario de crisis global, el mercado del arte nos sorprende con ventas supermillonarias, con remates desorbitados y hasta cierta voracidad por adquirir obras hasta ahora inalcanzables. A comienzos de mayo, este mercado arremetía con otro récord mundial para una obra de arte y, por tanto, de artista.  Si en febrero pasado, un bronce de Giacometti, L’homme qui marche I, alcanzó los 104,6 millones de $,  ahora ha sido el lienzo Desnudo, hojas verdes y busto (1932) de Picasso el que le ha arrebatado el estrellato al rematarse en una subasta de Christie’s en Nueva York por 106,4 millones de $. La pintura, un retrato de Marie-Thérèse Walter, musa de Picasso a finales de los años veinte y en los treinta, corresponde a uno de los periodos más creativos del pintor y era la pieza más valiosa de la colección que formaron los estadounidenses Sidney Brody y su esposa Frances, cuya venta, por cierto, totalizó 224 millones de $. No cabe duda que este desorbitado precio ha sido porque era la primera ocasión en 50 años que la obra aparecía en público y se ponía al alcance de los coleccionistas. Tan sólo se había exhibido en una ocasión en Estados Unidos, durante una retrospectiva de la obra de ese artista ofrecida en Los Ángeles en 1961 con motivo de su 80 cumpleaños y se conocía solamente por la fotografía en blanco y negro que Cecil Beaton tomó en la casa parisina de Picasso en 1932. Y siguiendo con remates de locura, tres bronces de Giacometti: Grande tête mince (53,2 millones $), La Main (25,8 millones de $) y Le Chat (20,8 millones de $); además alcanzaron altos precios otros dos cuadros de Picasso, uno de 1955, Femme au chat assise Dans un fauteuil (18 millones de $) y otro fechado en 1964, Le peintre et son modèle (10,7 millones de $); un desnudo de Matisse de 1924 (15 millones de $); una pintura de Renoir  de 1903, Femme nue couchée, en 10 millones de $, la misma cifra que un comprador anónimo pagó por un óleo de Georges Braque, 
La Treille (1953-1954), nuevo hito de artista en subasta.

    Unos días más tarde, la misma casa de subastas logra otra cifra de escándalo para un cuadro del norteamericano Jasper Johns que representa la bandera de USA, la adquirió Avery Galleries por 28,6 millones de $ en la sala Christie’s de Nueva York. Flag (pintada entre 1960 y 1966) está realizada con una técnica denominada encaústica, ya usada en el antiguo Egipto, en la que se mezclan los pigmentos con cera caliente y es un icono del arte pop. Fue comprada al artista hace treinta años por el escritor Michael Crichton,  fallecido en 2008.

    Otro récord sonado fue para un reloj Patek Philippe vendido en Ginebra por Christie’s en 5,7 millones de $, sin olvidar el remate que logró una alfombra persa originaria de la ciudad iraní de Kirman, vendida también por Christie’s  (Londres)  en 7  millones de €, todo un récord para un trozo de tejido de 339 por 153 centímetros, eso sí, del siglo XVII. Es curioso que una pieza valorada entre 228.000 y 342.000 € se haya convertido en la obra de arte islámico más cara de la historia. Y tomen nota: en los trece primeros días de Mayo, Christie’s ha recaudado ¡¡ 653 millones de $!!, …¡ahí es ná!

     
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