Finalismos del XIX

Monet

Noventa obras maestras (del final de la década de 1860 al inicio de la de 1880) que colgaban en el Museo d’Orsay, han aterrizado en la Fundación Maphre (Paseo Recoletos, 23) y estarán hasta el 22 de abril, por motivos de renovación de las instalaciones del museo parisino. Impresionismo. Un nuevo Renacimiento, es una muestra sorprendente, no sólo por el gran número de obras extraordinarias que se han traído, sino porque la tercera parte de ellas son piezas que no suelen prestarse ya que pertenecen al olimpo de la Historia del Arte. El impresionismo –como cualquier ismo– es el resultado del afán del hombre por la innovación. Pero en el terreno artístico, lejos de lo científico, está en consonancia con lo metafísico, un “reinventar”, a veces “recuperar” con otra mirada, el pálpito de esa necesidad del ser humano por “interpretar” el entorno y plasmarlo en los diferentes lenguajes de las bellas artes. Un nuevo Renacimiento es como “echar la vista atrás” pero transformándola. Y, curiosamente, aun cuando al principio no fueron aceptados en el Salón de París por lo rompedor de sus códigos (luz, pincelada, temática, técnica, instantaneidad…), armonizaron perfectamente con el arte clasicista: academicismo y realismo. Así, prepárense para que, vía retina, su cerebro almacene toda la belleza que encierran las obras de Manet, Renoir, Monet, Cézanne, Sisley, Millet, Courbet, Bouguereau, Moreau, Bazille, Whistler, Bouguereau, Stevens, Carolus-Duran …